Los jóvenes consumen una mariguana más fuerte y en más presentaciones, muy distinto al consumo de los años 60
La mariguana ya no solo viene en más presentaciones, como cigarrillos electrónicos, cera, comestibles y aceites, sino que también tiene concentraciones mucho más elevadas de THC, el componente psicoactivo de la marihuana.
Los expertos en Estados Unidos, donde la legalización de la marihuana recreativa ha hecho que esta sea más accesible también para los menores de edad, han empezado a notar una inquietante serie de síntomas que van desde de los vómitos persistentes y la pérdida de memoria hasta los episodios psicóticos y el intento de suicidio.
Un reportaje de Christina Caron presentado por The New York Times, quien habló con especialistas, familiares y adolescentes, presenta un panorama preocupante del impacto de estas presentaciones más potentes y concentradas de la marihuana en los menores, cuyo cerebro está apenas en desarrollo.
Si bien el cannabis recreativo es ilegal en Estados Unidos para los menores de 21 años, se ha vuelto más accesible en tanto que muchos estados lo han legalizado. Pero los expertos afirman que los productos de cannabis con alto contenido de THC de hoy en día —muy diferentes de los porros que se fumaban hace décadas— están envenenando a algunos consumidores habituales, incluidos los adolescentes.
Como droga, la marihuana no es tan peligrosa como el fentanilo, pero puede tener efectos potencialmente nocivos, sobre todo para los jóvenes, cuyos cerebros aún se están desarrollando. Además de los vómitos incontrolables y la adicción, los adolescentes que consumen con frecuencia dosis elevadas de cannabis también pueden experimentar psicosis que podrían conducir a un trastorno psiquiátrico de por vida, una mayor probabilidad de desarrollar depresión e ideas suicidas, cambios en la anatomía y la conectividad del cerebro y mala memoria.
A pesar de estos peligros, la potencia de los productos que se comercializan actualmente no está regulada.