El 19 de septiembre de 2020, se puso en marcha el Reloj Climático y Latinoamérica ya tiene el suyo.
El 19 de septiembre de 2020, se puso en marcha el Reloj Climático con veinticinco metros de ancho y cuatro pisos por encima de Union Square de Nueva York. Este reloj gigante de Nueva York muestra la ventana de tiempo crítica que queda para que la humanidad actúe para salvarse a sí misma y a su único hogar de los estragos del caos climático.
El Climate Clock (Reloj Climático) es un instrumento hecho en colaboración entre artistas, científicos y activistas para concientizar sobre este fenómeno.
El reloj se encuentra instalado en dónde durante más de 20 años, estuvo instalado el Metronome (Metrónomo), un reloj electrónico normal que indicaba la hora. No obstante, en el 2020, adoptó una nueva misión, dando paso a la instalación del Reloj Climático.
Este instrumento para medir el tiempo tiene números rojos y cuenta hacia atrás: la fecha límite está fijada al día de hoy 20 de mayo de 2021 en 6 años, 226 días y 12 horas (y contando).
En el sitio web oficial de la iniciativa, aparecen dos números: uno en rojo, bajo el nombre de Deadline (fecha límite), el cual es un temporizador que cuenta el tiempo que tomará, a las tasas actuales de emisiones contaminantes, quemar el "presupuesto de carbono", es decir, la cantidad de CO2 que aún se puede liberar en la atmósfera mientras el calentamiento se limite a 1.5 grados centígrados por encima de niveles preindustriales, explica el sitio web del reloj.
En tanto que el segundo número, en color verde y llamado Lifeline (Línea de vida), sigue el crecimiento porcentual de la energía mundial suministrada en la actualidad con fuentes renovables, apunta.
Esta línea de vida, indica la iniciativa, debe llegar al 100 por ciento antes de la fecha límite. Actualmente, la línea de vida mostrada en el sitio web está en 12.29 por ciento.
El primer reloj climático de Latinoamérica fue encendido en Pasto, Nariño (Colombia) el 17 de febrero del 2021. Marca la cuenta regresiva de seis años, tiempo en el que se debe mejorar la calidad del medioambiente. El dispositivo fue instalado en la Casa Don Lorenzo, en la Plaza de Nariño, en el centro de la ciudad, y las autoridades destacaron que es el primer reloj de este tipo que se ha encendido en toda Latinoamérica.
Estos relojes climáticos están llamando la atención del mundo sobre la urgencia de actuar. Para salvar el planeta en el que vivimos, necesitamos un recordatorio público constante de nuestra fecha límite climática.
Para más información visita: https://climateclock.world/