¿Microplásticos en mi comida? Una realidad ignorada

Los microplásticos están alcanzando niveles que podrían afectar a la salud humana. Aquí te decimos qué son y cómo ayudar a eliminarlos.

Colaboración de: Mónica Alba Murillo.

Los microplásticos están alcanzando niveles que podrían afectar a la salud humana. No es novedad que el ambiente se está contaminando por la basura que generamos a diario y, los plásticos, son uno de los protagonistas en esta novela. La contaminación por basura plástica está alcanzando niveles de gravedad nunca vistos, tanto así que, podría haber partículas plásticas en tu próxima comida.

El plástico es un material resistente y altamente moldeable que ha tenido un auge de producción, por la gran cantidad de aplicaciones que tiene. Desde envases para alimentos y productos de limpieza, hasta equipos médicos y textiles para ropa, el plástico es un material que encontramos en cualquier lugar.

La contaminación plástica es una grave amenaza global y se considera como un indicador de la salud de los ecosistemas, es decir, la presencia o ausencia de plásticos en un ambiente, indica qué tan saludable se encuentra con relación al impacto de las actividades humanas.

Debido a su alta demanda, uso excesivo y baja recuperación para reciclar, los plásticos están acumulándose y fragmentándose en todos los ecosistemas del mundo. En corto: nuestras decisiones como consumidores tienen un impacto en el ambiente. Además, los plásticos que no son recuperados para llevarse a reciclar son el inicio de una larga cadena de graves problemas.

Silencioso problema

Si la contaminación por plásticos en el ambiente es un grave problema, la presencia de microplásticos, lo es aún más. Un microplástico, es una partícula plástica en forma de esfera, escama o fragmento irregular que mide entre 5 milímetros y 1 micrómetro.

Algunos microplásticos se fabrican intencionalmente como microperlas para productos de limpieza en detergentes, cosméticos, exfoliantes, pasta de dientes, etc. Cuando las partículas de estos productos llegan al desagüe, se incorporan a los ríos y flujos de agua que desembocan en el océano. Se ha identificado que, los cuartos de baño y las lavadoras domésticas son las principales fuentes de generación de microplásticos caseros en el mundo.

Otros, se generan por la degradación y rompimiento de la basura plástica que está tirada al aire libre. Se van degradando por acción del sol, el viento, el oleaje o descomposición por bacterias y hongos, hasta convertirse en microplásticos.

Los microplásticos en el ambiente producen alteraciones químicas en el agua, multiplicación de hongos o bacterias y transporte de metales pesados como plomo, cobre y cadmio. Además, causan la asfixia de cientos de animales que los confunden por alimento; se han encontrado microplásticos en el interior de animales y es así como los microplásticos se introducen en la cadena alimenticia e, inevitablemente, están alcanzando niveles que podrían afectar a la salud humana.

Condimentos no deseados

Entonces, podríamos estar consumiendo partículas de microplásticos sin darnos cuenta. Un estudio realizado por investigadores canadienses en 2019, estimó que anualmente una persona ingiere entre 39 mil y 52 mil partículas de microplásticos, lo cual puede variar según la edad, el sexo y el tipo de alimentación. Además, diversos estudios han reportado la exposición humana y presencia de microplásticos en productos alimenticios como sales de mesa, azúcar, mariscos, cervezas, peces marinos y de agua dulce, refrescos, carne de pollo, entre otros.

El problema de la presencia de microplásticos en el ambiente y en la cadena de alimentos, tiene una relación directa con nuestras decisiones de consumo y de desecho. Elegir productos libres de microperlas y partículas plásticas es un gran paso reducir la cantidad de microplásticos que contaminan el ambiente. Además, ayudar a que los plásticos se lleven a reciclar, evitará que terminen al aire libre, degradándose y desencadenando el ciclo interminable de contaminación que ahora ya conoces.

Fuentes:

1.                   Castañeta, G., Gutierrez, A., Nacaratte, F., Manzano, C.A. (2020). Microplásticos: un contaminante que crece en todas las esferas ambientales, sus características y posibles riesgos para la salud pública por exposición. Revista Boliviana de Química. 37 (3). 160-175.

2.                   Cox, K.D., Covernton, G.A., Davies, H.L., Dower, J.F., Juanes, F., Dudas, S.E. (2019). Human consumption of microplastics. Environmental Science and Technology. 53. 7068-7074.

3.                   De la Torre, G.E. (2020). Microplastics: An emerging threat to food security and human health. Journal of Food Science and Technology. 57 (5). 1601-1608.

Sobre Mónica Alba Murillo

Bióloga apasionada por la divulgación de la ciencia y la conservación ambiental. Es cofundadora de Alya Natura, consultoría ambiental y su especialidad es el diseño, implementación y evaluación de proyectos de educación y capacitación ambiental, sustentabilidad y desarrollo comunitario.

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