Impacto del apagón cibernético de Microsoft en aerolíneas, bancos y medios.
El mundo se paralizó cuando una interrupción masiva de TI afectó a múltiples sectores, desde bancos hasta medios de comunicación, siendo los viajes en aerolíneas los más gravemente impactados. De los más de 110,000 vuelos comerciales programados para este viernes 19 de julio, 1,390 fueron cancelados, causando caos y frustración a pasajeros en todo el mundo.
En Edimburgo, los pasajeros encontraron mensajes de “servidor fuera de línea” en los escáneres de tarjetas de embarque. Aeropuertos como el de Hong Kong y Changi en Singapur se vieron obligados a cambiar al check-in manual, mientras que en Baltimore, el personal de Spirit Airlines emitía boletos físicos tras consultar manifiestos impresos, resultando en largas esperas y colas interminables.
El origen del problema fue un error en el software de Microsoft, afectando principalmente a aplicaciones y servicios de Office 365, respaldados por Azure. La empresa de ciberseguridad Crowdstrike trabaja actualmente con clientes afectados para solucionar el defecto encontrado en una actualización de contenido para hosts de Microsoft Windows.
La aviación, altamente sensible a los horarios, fue la industria más afectada. Incluso aerolíneas no directamente impactadas experimentaron retrasos debido a la naturaleza global del apagón. En Madrid-Barajas, los pasajeros se quejaron de la falta de información y largas colas, reflejando una situación similar en aeropuertos de Europa, Asia y Estados Unidos.
Microsoft ha reconocido el problema y está trabajando en una solución. Este incidente subraya la importancia de contar con sistemas robustos y seguros para evitar interrupciones globales. Con su liderazgo en tecnología y soluciones de TI, Microsoft tiene el potencial de desarrollar herramientas y protocolos que prevengan futuros apagones de esta magnitud, asegurando la continuidad operativa de sectores críticos.
La resiliencia y respuesta efectiva ante ciberataques son esenciales para mantener la confianza en los sistemas digitales. Este evento ha demostrado que, aunque la tecnología es una herramienta poderosa, también requiere de vigilancia constante y mejoras continuas para garantizar su fiabilidad.