¡Buenísimo! ECO-FLO la prueba para Covid-19 biodegradable

¡Buenísimo! ECO-FLO la prueba para Covid-19 biodegradable

Millones de pruebas plásticas de COVID-19 terminan en vertederos. Esta prueba ECO-FLO biodegradable podría cambiar las reglas del juego

No más residuos plásticos. No más hisopos nasales. ECO-FLO: un kit de prueba COVID-19 biodegradable con interfaz intuitiva tiene cuatro partes: el kit de prueba, la tira de prueba, una almohadilla absorbente y una pequeña bolsa.

El diseñador industrial Dan Formosa, cofundador de Smart Design en Nueva York, comentaba sobre la falta de diseño en las pruebas de COVID-19 que en los últimos meses han invadido el mundo entero. Formosa se refería no solamente al exceso en el uso de materiales, pero fundamentalmente a los problemas de lectura en la interfaz de este artefacto de prueba.

El estudio de diseño Morrama en Londres diseñó el kit de test para Covid-19 que reduce los desechos plásticos de un solo uso que incrementaron exponencialmente con la pandemia. Aunque es difícil obtener información general sobre el uso de estas pruebas en todo el mundo, según algunas fuentes en diciembre de 2021 se habrían usado algo más de 3.5 mil millones de kits para test. ECO-FLO de Morrama espera reducir ese número.

ECO-FLO fue diseñado como un kit de prueba que utiliza una muestra de saliva. La prueba rápida de proteína en la saliva (Rapid Saliva Protein Test – RSPT), tan eficiente como las pruebas hechas con hisopados nasales, ha sido desarrollada desde el inicio de la pandemia en 2020 y actualmente algunos laboratorios la distribuyen. A diferencia de los hisopos nasales, que son invasivos y también deben realizarse con habilidad, el kit de prueba basado en saliva ofrece una alternativa mucho más intuitiva.

El kit está hecho de pulpa de papel reciclada, mientras que la bolsa que lo contiene utiliza una película con el material biodegradable Natureflex.

No está claro si Eco-Flo alguna vez llegará al mercado, pero si lo hace, no será pronto. Sin embargo, el proyecto es una oportunidad para cambiar las perspectivas de los fabricantes y repensar la forma en que se diseñarán los dispositivos de prueba en el futuro. Los fabricantes deberían priorizar las pruebas de bajo costo, pero no a expensas del medio ambiente.