Consejos prácticos para evitar el agotamiento laboral, algo que ha aumentado con el confinamiento.
El agotamiento por el trabajo excesivo ha tomado más forma y lugar con el home office. Y es que a estas alturas nos hemos dado cuenta de las dificultades de trabajar completamente desde casa.
Las rutinas laborales y sociales han cambiado, tendremos que adaptarnos al trabajo después del Covid-19. Mientras tanto, es un hecho que hemos visto una reconfiguración y una digitalización más abrupta en la fuerza laboral.
La preocupación por la productividad
Fue uno de los primeros sentimientos que salieron a relucir una vez que entramos en confinamiento. Generando un agotamiento físico y mental –que, en el caso de las mujeres, se suma a otras tareas en el hogar–. Muchas mujeres han visto un incremento de sus actividades, lo cual no quiere decir que están siendo más productivas sino todo lo contrario.
Mientras se trabaja desde casa, tendemos a sentirnos más obligados a proyectar la apariencia de productividad.
Te presentamos los siguientes consejos para evitar el agotamiento laboral:
Establece límites
Nuestras rutinas son hábitos por lo que nuestro cerebro resiente cuando los cambiamos. Es fundamental equilibrar nuestras actividades y poner ciertos límites. Trata de reemplazar tu antiguo viaje matutino hacia la oficina – que para algunos eso significaba hasta una hora – por una caminata en el parque, cerca de tu casa o en tu mismo hogar. Darle la oportunidad a nuestro cerebro de despertar correctamente antes de comenzar a trabajar es muy importante.
No te saltes tus horas de comida o descansos
Evita comer “rápido” o desde tu lugar de trabajo. Tu cuerpo se cansará más rápido si no tomas algunas pausas o comes a tus horas y con el tiempo correcto. Nada de comidas rápidas. Mentalízate a levantarte de la silla a cierta hora para comer – en un jardín o terraza será una gran forma de distracción.
Establece objetivos por día y enfócate en el trabajo más importante
Dedica tu energía al trabajo más prioritario. Mientras se trabaja desde casa, tendemos a sentirnos más obligados a proyectar la apariencia de productividad y esto podría hacer que nos enfoquemos en tareas más inmediatas en lugar de las más importantes.
Trabajar más rápido no es trabajar mejor
Según algunos estudios, se es productivo en promedio tres horas al día – en las cuales podemos lograr grandes cosas sin interrupciones - Identifica en qué momento del día puedes concentrarte más. Trabajar rápida y aceleradamente es bueno, sin embargo, aquellas personas que trabajan a gran velocidad todo el tiempo corren un mayor riesgo de agotamiento.
En conclusión, toma consciencia y realiza las cosas sin estrés mental. Si consideras que estás en esta situación, hazle saber a tu equipo o jefe que algunas cosas podrían resolverse más lento de lo habitual. Así, disminuirás las expectativas de tiempos de entrega que los demás esperan de ti.
Por otro lado, también sé más flexible con otros colegas que podrían estar en esta situación. Todo esto mejorará el trabajo en equipo.