Cuidado, el dióxido de cloro no es un medicamento y su uso no será cubierto por las pólizas de gastos médicos mayores.
Cuidado, el dióxido de cloro no es un medicamento y empresas como Seguros Monterrey y GNP advirtieron que sus pólizas de gastos médicos mayores no cubrirán daños a la salud provocados por supuestos tratamientos preventivos contra el COVID-19, como ingerir dióxido de cloro.
Las aseguradoras de mayor prestigio en nuestro país lanzaron en redes sociales un aviso a los clientes donde se advierte que: “Las complicaciones y consecuencias generadas por el consumo de dióxido de cloro no serán cubiertas como parte del tratamiento de Covid-19”.
Advierten que el dióxido de cloro “no es un medicamento, por lo que no estará cubierto como parte de la póliza de gastos médicos mayores, ya que sólo se cubren medicamentos que cuenten con permiso vigente expedido por Cofepris y demás autoridades sanitarias”.
El dióxido de cloro no es un medicamento, es una sustancia sumamente reactiva
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que el dióxido de cloro es una sustancia sumamente reactiva. Es muy bueno para controlar los virus, las bacterias, los protozoarios, cualquier tipo de patógeno va a ser destruido fácilmente por esta sustancia, pero es tóxico para el consumo humano ya que ataca las células de cualquier organismo vivo.
Carlos Antonio Rius Alonso, académico de la Facultad de Química de la UNAM, explicó que desde su descubrimiento en 1811, el dióxido de cloro ha sido estudiado por la ciencia, y en diversas ocasiones se ha comprobado que es un compuesto químico muy tóxico para los organismos vivos. Se descubrió que posee un radical libre estable, “esto significa que es una sustancia extraordinariamente reactiva”, añadió el profesor universitario.
Algunas personas han opinado que se sienten mucho mejor después de aplicarse el dióxido de cloro en la sangre. Al respecto, Rius Alonso declaró que momentáneamente les puede subir el oxígeno debido a que se forman radicales libres, después surge el oxígeno molecular, pero éste es muy diferente al oxígeno que respiramos.
El catedrático concluye que “hay que tener cuidado con algunos datos que circulan por ahí y que son erróneos. Uno debe diferenciar entre las características bactericidas que tiene este compuesto químico y el uso en el cuerpo humano”.
Al usar de forma constante el dióxido de cloro, se afectará tanto la oxigenación del cuerpo como la función de las glándulas tiroides, que regularmente no muestra síntomas hasta que se realizan exámenes.
Y respecto a las reacciones del dióxido de cloro nunca genera el oxígeno adicional que predican sus seguidores. Es una sustancia que nos oxida diferentes partes de nuestro organismo y se generan, cloratos, cloritos, hipoclorito y cloruros, pero nunca oxígeno.
No pongas en riesgo tu vida, consulta a un doctor en caso de tener síntomas.