Aquí te presentamos 2 trampas mentales que nos impiden ser más resilientes y seguros en la vida y cómo superarlas.
La mente es tan poderosa que cuando las cosas se nos ponen difíciles, complicadas o confusas, es fácil desviarnos de nuestros objetivos. Ceder a las distracciones nos protege de sentirnos incómodos.
Las distracciones se presentan de varias formas. Pueden ser tus amigos y familiares que te digan que no hagas algo arriesgado, aunque siempre haya sido una de tus metas en la vida. O un trabajo que nos consume tanto tiempo que nos impide terminar un proyecto apasionante.
Pero la forma más común de distracción no son otras personas o cosas, en realidad eres tú. Aquí están las dos trampas mentales más grandes que impiden que las personas desarrollemos resiliencia y confianza:
1. La Autocrítica
Si bien culparse a uno mismo puede parecer que está asumiendo la responsabilidad, en realidad es una forma sutil de evitar una meta que puede parecer desafiante.
Cuando enfocamos nuestra atención y energía en lo que no nos gusta de nosotros mismos, en lugar de en lo que podemos hacer de manera diferente, esa autocrítica refuerza lo que creemos, ya que nuestras mentes se aceleran en busca de pruebas que anulen nuestras objeciones.
La solución:
Dialoga contigo mismo. Digamos que quieres ser un líder de equipo más alentador, pero crees que no puedes porque eres gruñón por naturaleza.
Evita pensar en que eres la persona más gruñona que conoces (por ejemplo, "Me enojo fácilmente y no soporto a la gente la mayor parte del tiempo"). En cambio, concéntrese en la acción del cambio. ¿Qué harías si no tuvieras este rasgo? Si pudieras agitar una varita mágica y dejar de ser gruñón, vago o desmotivado, ¿cómo serías?
Podrías llegar a una solución más alentadora: "Cuando un miembro del equipo se me acerca con una idea que no se ha formado completamente, podría hacer una lluvia de ideas con él en lugar de derribarlo de inmediato".
La etiqueta "gruñón" no es un camino hacia una solución; es una distracción. Una vez neutralizado, puedes orientarte hacia un nuevo problema que resolver: desarrollar un hábito de lluvia de ideas para reemplazar un hábito de crítica.
2. Miedo a que el futuro se haga eco del pasado
Esta es una trampa mental furtiva que ocurre cuando las personas se resignan a repetir su pasado, cuando asumen que su desempeño pasado determina inmutablemente su desempeño futuro (p. Ej., "Si siempre he perdido los estribos en una situación determinada, siempre lo haré").. ").
Estas autodefiniciones surgen cuando las personas se definen a sí mismas de manera rígida y comparan sus acciones con alguna forma "ideal" de comportarse.
La solución:
Imagínate pidiendo un aumento, levantarte 30 minutos antes para hacer ejercicio o intensificar para liderar un proyecto de equipo. En lugar de fijarte en cómo has intentado hacer estas cosas en el pasado, pero no las has hecho bien, convéncete de que las cosas pueden cambiar.
Piensa en los diferentes resultados que podrían suceder. La clave es concentrarse en resultados positivos, claros y significativos. Así es como encontramos energía, ilusión y motivación.
Más importante aún, nos ayuda a descubrir destinos atractivos, como recibir un aumento más alto de lo que solicitaste, volverte más productivo después del entrenamiento matutino o llevar a cabo un proyecto tan bien que obtengas una promoción.
Una vez que hayas elegido un destino atractivo, puedes crear hitos basados en ese destino y, en última instancia, lograr metas que alguna vez fueron imposibles.