El único vehículo que ha transportado personas ha sido el prototipo creado por la empresa, que ni siquiera llegó a superar la velocidad de un coche.
El objetivo de Elon Musk de establecer un sistema de transporte que sea más veloz que un tren de alta velocidad ha fracasado. Hyperloop One, una de las pocas empresas que aún estaba intentando hacer realidad la visión del magnate, ha anunciado que liquidará todos sus bienes, cerrará sus oficinas y despedirá a sus empleados antes de que finalice este 2023.
La compañía había invertido más de 450 millones de dólares durante siete años para construir una pequeña pista de pruebas en un desierto del estado de Nevada; los prototipos de su futurista sistema de transporte únicamente han transportado personas y ni siquiera han alcanzado una velocidad de 175 km/h. Un prototipo construido sin personas en el interior logró aumentar su aceleración un poco más, alcanzando una velocidad de 324 km/h, que es inferior a la que puede alcanzar un tren de alta velocidad contemporáneo.
En cierta forma, es un final poco digno, pero esperado. En 2013, Elon Musk presentó Hyperloop solo como una idea acompañada de un documento técnico, sin intención de llevarlo a cabo personalmente. En ese momento, dijo: "Tal vez invierta o asesore a compañías encargadas de hacerlo realidad en el futuro, pero ahora no tengo tiempo". Aunque la evaluación de Tesla aún no lo había elevado al primer lugar en la clasificación de las empresas más ricas del mundo, ya tenía una gran popularidad y varias empresas, incluyendo Hyperloop One, tomaron nota de la idea y comenzaron a crear prototipos.
La idea original de Musk para esta "quinta forma de transporte" (que sería equivalente al automóvil, el barco, el tren y el avión) era establecer una red de tubos prácticamente en vacío que pudiera transportar pequeñas cápsulas presurizadas con pasajeros an una velocidad de alrededor de los 1.200 kilómetros por hora. Con un sistema de estas características, un viaje entre Los Ángeles y San Francisco podría llevar apenas 30 minutos, menos de lo que tarda un avión de línea regular, y con la promesa de recoger y dejar al pasajero en el centro mismo de las ciudades.
El uso de tubos de vacío o parcialmente evacuados para el transporte de cápsulas an alta velocidad no es algo nuevo. El inventor británico George Medhurst propuso un sistema similar en 1799. Sin embargo, Musk complementó las ideas de Medhurst y otros ingenieros con innovaciones recientes, como el uso de levitación magnética para acelerar las cápsulas. Incluso planteó la posibilidad de un sistema que combinara los automóviles con este sistema de transporte, con cápsulas en las que los vehículos podrían aparcarse para viajar an alta velocidad an una ciudad lejana y continuar conduciendo normalmente al llegar allí.
Hyperloop One, creado en 2014, fue la empresa con más recursos de todas las que intentaron hacer realidad esta meta. En 2017, el empresario Richard Branson unió el grupo Virgin con la mayoría de las acciones, pero durante la pandemia, la empresa perdió a la mayoría de su equipo ejecutivo, lo que indicaba que las cosas no iban por buen camino.
Una idea del porqué se puede encontrar en la reciente biografía de Musk, escrita por Walter Isaacson. El propietario de Tesla no tomó mucho tiempo para considerar las dificultades prácticas del sistema de transporte. De acuerdo con Isaacson, uno de los objetivos reales del lanzamiento del Hyperloop en 2013 fue desviar la atención del gobierno californiano de la construcción de una línea de alta velocidad tradicional, la cual Musk rechazaba debido a su elevado costo.
El cierre de Hyperloop One es solo uno de los muchos ajustes y cambios realizados por otras empresas con una misión similar. Zeleros Global era la única empresa en España que buscaba un objetivo similar. En el inicio de diciembre, la compañía, propiedad de Juan Roig y Acciona, informó sobre un ERE que afectará an aproximadamente la mitad del personal y una reorganización interna con el fin de enfocar su actividad en proyectos de movilidad sostenible.