El término manspreading alude a la manera de sentarse de algunos hombres, en especial en el transporte público.
El término manspreading alude a la manera de sentarse de algunos hombres, en especial en el transporte público y en algunos países existen campañas para evitarlo. Aunque algunos hombres dicen que es biológico, el invadir espacios en lugares reducidos y literalmente bloquear al que está sentado a un lado, no parece tan normal, así que se les piden que cierren un poco las piernas mientras se encuentran sentados.
Madrid lanzó una fuerte campaña en 2017 con una iconografía simple y clara: una figura masculina sentada con las piernas abiertas y encima una cruz roja, en señal de prohibición. Se trató de una misión que tuvo éxitos en otras partes del mundo.
Parece innato, una cualidad impresa en el ADN masculino. Ellos se sientan así. No deben registrar la molestia que representa para el prójimo su manera de "explayarse".
El término "manspreading" ya se encuentra en el diccionario Oxford desde agosto de 2015. Un año después de que un blog de noticias de Nueva York acuñara este término para calificar a los hombres que a diario desparramaban las piernas en los asientos del metro de esa ciudad.
En ese entonces, la federación de transporte de Nueva York había lanzado una campaña contra el manspreading o "desparrame masculino".
Ahora que todo vuelve a la normalidad, el término vuelve a tomar fuerza y en varios países como Canadá, Madrid, Berlín, Tokio, Nueva York y Australia, ya se repiten los comunicados en los servicios de transporte público. El aviso es simple, la postura "incomoda a otras personas" y los avisos tienen la intención de "recordar la necesidad de mantener un comportamiento cívico y de respetar el espacio de todo el mundo a bordo del autobús o metro".
Estas campañas contra la propagación del hombre no se tratan de querer un trato especial para viajar en trasporte público, sino más bien de esperar la etiqueta regular del transporte de parte de todos, no solo de las mujeres.
En Japón, con sus reglas de etiqueta adecuada en los trenes, ocupar más espacio para sentarse del requerido fue uno de los principales problemas de los viajeros, y en una encuesta del 2020 el 72,8 por ciento de los encuestados lo consideró de mala educación.
Definitivamente, sigue sin existir una respuesta clara al porqué los hombres les gusta practicar el manspreading. Lo que sí sabemos es que es una actividad muy incómoda para los que comparten el viaje, pues muchas veces nos hemos visto en la necesidad de viajar en un rinconcito del autobús.