¿Te muerdes las uñas o conoces a alguien que lo hace? Te presentamos algunos consejos para dejar de morderte las uñas.
Morderse las uñas, también se conoce como onicofagia, es un comportamiento repetitivo centrado en el cuerpo (Body-Focused Repetitive Behavior), que implica la destrucción de las uñas de los dedos mediante el mordisco habitual.
Aproximadamente la mitad de todos los niños y adolescentes se muerden las uñas. Muchos no lo superan. Si eres es un adulto que se muerde las uñas, es posible que lo hayas hecho cuando eras más joven y nunca dejaste de hacerlo.
Podría ser culpa de tus padres
Los científicos no están seguros de si morderse las uñas es genético, pero los niños cuyos padres se muerden las uñas también son más propensos a morderse las uñas. Los estudios demuestran que esto sucede incluso si los padres dejan de hacerlo antes de que tengan hijos.
A veces, morderse las uñas puede ser un signo de estrés emocional o mental. Tiende a aparecer en personas que están nerviosas, ansiosas o deprimidas. Es una forma de lidiar con estos sentimientos.
También puedes hacerlo cuando estás aburrido, hambriento o te sientes inseguro. La mayor parte de morderse las uñas es automático: se hace sin pensar.
Razones para dejar de morderte
Morderse las uñas no suele causar daños permanentes. Pero definitivamente tiene sus desventajas:
Puede hacer que tus uñas crezcan de forma extraña. Si daña el tejido alrededor de las uñas, es posible que dejen de crecer como deberían. Esto provoca uñas de aspecto anormal.
Puede estropear tu sonrisa. Puedes astillar, rajar o romper los dientes cuando te muerdes las uñas. Con el tiempo, morderse las uñas puede incluso causar problemas en la mandíbula.
Puedes enfermar. Las manos son un semillero de gérmenes y las uñas son su escondite perfecto. Cuando te llevas los dedos a la boca varias veces al día, aumentan las posibilidades de enfermarte. Además, el daño en la piel que puede causar cuando se muerde las uñas crea una manera fácil de que entren los gérmenes.
Prevención
Es posible que no veas un cambio de la noche a la mañana, pero con un poco de tiempo y esfuerzo, puedes acabar con el hábito de morderte las uñas.
Prueba estos consejos:
Cortarlas con cortauñas. Si no hay suficientes uñas para agarrar con los dientes, no se sentirá tan satisfactorio cuando intentes morder.
Cúbrelos con mal sabor. Hay esmaltes de uñas especiales con un sabor amargo que puedes pintar en tus uñas. El terrible sabor te hará pensar dos veces antes de masticar.
Gasta en manicure. Gastar dinero y tiempo en un salón de manicure te dará unas uñas bonitas y una razón para mantenerlas así.
Usar guantes. Puede sonar tonto, pero si no puedes alcanzar tus uñas, no podrás morderlas. Si los guantes no funcionan para el diario, puedes buscar stickers para cubrir las uñas; pueden tener el mismo efecto.
Encuentra tus desencadenantes. Observa cómo te sientes o lo que haces cuando te muerdes las uñas. Una vez que sepas qué te impulsa a morderte las uñas, puedes intentar encontrar otras formas de afrontarlo.
Mantén las manos o la boca ocupadas. Encuentra algo con lo que jugar: una pelota antiestrés, o incluso un bolígrafo para hacer clic. Mastica chicle para que tu boca tenga un trabajo. Dale a tu energía de morderte las uñas otro lugar a donde ir.