17 de mayo, Día Internacional del Internet ¿Qué haríamos sin él? Sin duda, es una parte muy importante de nuestras vidas.
El 17 de mayo es la celebración internacional alrededor de las ventajas de la masificación en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el Internet. El Internet se ha convertido, sin duda, en una parte muy importante de nuestras vidas.
Para reducir la brecha digital, fomentando el desarrollo económico y social, y la mejora de servicios de educación, salud y seguridad. La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información solicitó en noviembre de 2005 a la Asamblea General de las Naciones Unidas que declarara el 17 de mayo como el Día Mundial de la Sociedad de la Información para promover la importancia de las TIC y los diversos asuntos relacionados con la Sociedad de la Información.
El Internet es una red que conecta a otras redes y dispositivos para compartir información. Esto lo hace por medio de páginas, sitios o software. Su popularidad se ha hecho cada vez mayor por su capacidad de almacenar, en un mismo lugar, información de todo tipo y para diferente público. En Internet podemos encontrar información de música, arte, cultura, medicina, literatura, política, ingeniería y mucho más. Por medio de texto, audio, video, música, e imágenes, Internet nos permite informarnos, aprender y divertirnos.
Sin duda el Internet es una forma de comunicación que esta cambiando al mundo, en el orden informativo es muy efectivo, aunque la veracidad de la misma muchas veces es cuestionable. Es muy útil en el ámbito educativo y en el comercio se destaca mas, cobrando mayor auge cada día.
No esta demás mencionar el correo electrónico que gracias a él recibes y mandas tu correspondencia gratis a cualquier parte del mundo y a cualquier hora.
El uso del Internet está evolucionando al Internet de las cosas (IoT) que también cobra mayor auge cada día. El IoT es el proceso que permite conectar elementos físicos cotidianos al Internet: desde objetos domésticos comunes, como los focos, hasta recursos para la atención de la salud, como los dispositivos médicos; también incluyen prendas y artículos personales, como los relojes inteligentes, e incluso los semáforos en ciudades inteligentes.
El término IoT hace referencia a todos los sistemas de dispositivos físicos que reciben y transfieren datos a través de redes inalámbricas con poca intervención humana, lo cual es posible gracias a la integración de dispositivos informáticos en todo tipo de objetos.
Por ejemplo, un "termostato inteligente" (por lo general, el término inteligente implica el IoT) recibe datos de la ubicación de su automóvil inteligente mientras conduce, y los utiliza para ajustar la temperatura de su casa antes de que llegue. Esto se logra sin su intervención y el resultado es mejor que si tuviera que ajustar la temperatura de forma manual.
Un sistema de IoT tradicional, como el hogar inteligente descrito anteriormente, funciona enviando, recibiendo y analizando datos de forma permanente en un ciclo de retroalimentación. Según el tipo de tecnología de IoT, las personas o la inteligencia artificial y el aprendizaje automático (IA/ML) utilizan esos datos para realizar análisis casi de inmediato o en cierto tiempo.
Piense en el ejemplo del hogar inteligente. Para predecir cuál es el momento óptimo en el que se debe controlar el termostato antes de que llegue a casa, su sistema de IoT puede conectarse a la API de Google Maps y, de este modo, obtener información sobre los patrones de tráfico actuales de su área. Además, puede utilizar los datos que el automóvil recopila a largo plazo a fin de conocer sus hábitos de conducción. Por otra parte, las empresas de servicios públicos pueden analizar los datos de IoT que recopilan de los clientes con termostatos inteligentes para optimizar el sistema a mayor escala.
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IoT empresarial
Por lo general, el IoT resulta atractivo para aquellos consumidores cuyas experiencias con las prendas y los artículos inteligentes, como es el caso de los relojes, se ven afectadas por las preocupaciones inherentes a la seguridad y la privacidad que conlleva estar conectado permanentemente. Esta perspectiva de los consumidores se aplica a todos los tipos de proyectos de IoT empresariales, especialmente cuando el usuario final es el público en general.
Las soluciones de IoT para empresas les permiten mejorar los modelos comerciales actuales y entablar nuevas relaciones con los clientes y los partners. No obstante, su implementación presenta ciertos desafíos. El volumen de datos que un sistema de dispositivos inteligentes genera puede volverse abrumador (generalmente, se lo denomina big data). Del mismo modo, integrar el big data a los sistemas actuales y configurar el análisis de datos para poder utilizarlos puede resultar complicado.
Además, la seguridad es un aspecto muy importante que se debe tener en cuenta al momento de diseñar sistemas de IoT. Aun así, muchas empresas consideran que implementar el IoT vale la pena; por eso, es posible encontrar casos prácticos exitosos en casi todos los sectores.