Sin duda, el sector de la moda se ha visto muy afectado por la pandemia a escala mundial.

El sector de la moda es uno de los principales sectores afectados por el Coronavirus. Pero hay esperanza y esa esperanza es digital.

El sector de la moda atraviesa tiempos difíciles. Las tiendas multinacionales y las pequeñas empresas han acumulado cientos o miles de artículos sin vender de la temporada pasada. Estos artículos se sumarán a los artículos de las próximas temporadas y colecciones, lo que podría generar problemas de escasez al final del año.

Si tenemos en cuenta que comprar ropa nueva no es una necesidad imprescindible y que el poder adquisitivo de la mayoría de los consumidores a nivel mundial ha disminuido en los últimos meses a causa de la pandemia, el sector de la moda atraviesa uno de sus peores momentos.

Las ventas de ropa y complementos cayeron un 25,8% durante el mes de junio, a pesar de la reapertura de tiendas. Por esta razón, el sector de la moda, naturalmente, está considerando todas las formas posibles de reinventarse, revivir y dinamizar los negocios y, con suerte, reducir el impacto del coronavirus. Esto podría significar la reubicación de fábricas, la internacionalización de marcas o la digitalización.

Los tiempos de crisis hacen ganadores.

El concepto de tienda tradicional podría quedar obsoleto en unos años. Las marcas digitales nativas ya están abriendo tiendas que, más que las habituales, son puntos logísticos. De esta forma, el cliente busca productos, los encarga online y va a la tienda física a recogerlos o los recibe en casa.

Esta podría ser una forma de estimular la demanda en la 'nueva normalidad', ya que permite a los clientes buscar artículos y comprar cómodamente desde casa. También ayudaría a aquellos que son más escépticos a comprar en línea a aprender y comprender las muchas ventajas de las compras en línea.

Además, frente a las tiendas que venden exclusivamente online, estas tiendas tienen la ventaja de ser más sostenibles, ya que se contaminan mucho menos al suministrar todos los artículos a un mismo almacén que entregárselos al domicilio de cada comprador.

Con herramientas de análisis digital, los propietarios y trabajadores podrían saber cuál es la demanda real de ciertos artículos y ciertos tamaños. Esto ayudará a la empresa a fabricar la cantidad necesaria de productos, sin generar exceso de stock.

Este nuevo concepto de tienda no solo podría ser la solución definitiva para reactivar el sector, sino que también podría sustituir a las tiendas "tradicionales" y generalizarse en un futuro próximo.

Todo indica que nuestra forma de comprar moda también cambiará debido a la pandemia. Amazon, por ejemplo, ya ha adaptado este potencial, con colaboraciones online con marcas de moda como Adidas, Armani Exchange, Tommy Hilfiger y otras.

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