Ziggy de la startup EV Safe Charge es un robot que puede reservar un lugar de estacionamiento y recargar automóviles eléctricos
Ziggy es un robot diseñado para facilitar la vida de los dueños de autos eléctricos. En desarrollo por el startup EV Safe Charge desde 2019, está programado para fines de 2023 o principios de 2024.
Ziggy es básicamente una gran batería sobre ruedas que se conecta a los automóviles para recargarlos. Ziggy puede navegar por estacionamientos y lotes de forma autónoma, por lo que se puede reservar en una aplicación y se detendrá en un lugar de estacionamiento numerado donde esperará mientras reclama dibs en su zona. Una vez que llegue el auto, Ziggy se apartará para que pueda enchufarse y comenzar la recarga.
Su objetivo es crear soluciones para introducir cargadores donde no caben tan fácilmente. Con Ziggy, cualquier espacio de estacionamiento abierto puede convertirse en una estación de carga de vehículos eléctricos o, al menos, ese es el plan. Ziggy será capaz de recargarse de forma autónoma entre trabajos, pero, por supuesto, aún tendría que instalarse un cargador en el lugar para recargar a Ziggy. La capacidad precisa de la batería aún se está finalizando.
Diseñado en conjunto con el estudio de diseño con sede en San Francisco Box Clever, que manejó el diseño exterior, la marca y parte del UX, está claro que el robot se está desarrollando con más intención de lo que su forma de refrigerador sobre ruedas puede revelar al principio. Toda la parte inferior, la parte negra del sistema, es su batería y tren de transmisión, que distribuye el peso hacia abajo para que Ziggy sea estable, incluso con viento. Cada una de las cuatro ruedas tiene su propio motor, lo que permite que el robot gire sin hacer giros amplios. Y aunque Ziggy es grande (sus dimensiones finales aún se están ajustando), será lo suficientemente pequeño como para meterse en un camino o incluso a través de una puerta.
La imperdible pantalla de Ziggy sirve como plataforma publicitaria, sí, pero también brilla para que los conductores vean a Ziggy y no lo atropellen. La pantalla también funciona como un quiosco de información que le mostrará al conductor un mapa del garaje local, junto con los negocios cercanos que quizás deseen examinar mientras esperan 30 minutos o más para recargar su vehículo. Para asegurarse de que nadie acapara a Ziggy durante demasiado tiempo, el sistema facturará según el tiempo (como lo hacen algunos supercargadores de Tesla).
Desarrollar el sistema de conducción autónoma llevará tiempo, y moverse solo por los estacionamientos es el tipo de desafío que Waymo y Tesla han tardado años en abordar y aún no está completamente resuelto.
Pero Recor compara a Ziggy más con robots de reparto como los que hemos visto en Postmates que con coches autónomos.
Ziggy es una idea estimulante. Sin embargo, toda la logística involucrada en la creación, el lanzamiento y la distribución de Ziggy también es un recordatorio: aunque los nuevos autos eléctricos tienen ventajas sobre los que funcionan con gasolina, la noción misma de un automóvil todavía está en desacuerdo con nuestro medio ambiente e infraestructura. Ziggy puede hacer mucho para aliviar el dolor de la conducción eléctrica, pero debemos tener cuidado de que estas soluciones atractivas no nos impidan simplemente tomar un tren, un autobús o una bicicleta.