Baterías ecológicas de papel que se activan con líquido, se integran en dispositivos de diagnóstico desechable.
Las baterías ecológicas de papel, se integran en dispositivos de diagnóstico desechable evitando el uso de baterías convencionales que causan un grave daño en el medio ambiente.
Neus Sabaté investigadora en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (CNM-CSIC), desarrolla estas baterías ecológicas en su empresa Fuelium. Acaba de recibir el Premio de Física, Innovación y Tecnología de la Real Sociedad Española de Física (RSEF) y la Fundación BBVA: Por la batería de papel.
La idea le llegó mientras se hacía la prueba de embarazo de su segundo hijo. Descubrió que en las instrucciones el fabricante recomendaba abrir la prueba y extraer la pila de botón contaminante para reciclarla. “Esto no lo hace nadie -pensó-, vaya gasto de recursos y energía”. Entonces se propuso a desarrollar una batería que fuera una alternativa sostenible a las pilas de botón.
Las Baterías ecológicas de papel son baratas y se activan con líquido
La batería de papel es barata, de un solo uso, con el mismo ciclo de vida que el producto del que es fuente de energía y no contamina. Se trata de una tira de papel con dos electrodos de materiales no tóxicos que reaccionan con un fluido humano, ya sea orina, sangre o saliva.
“Le quitamos los electrolitos corrosivos y partimos de algo muy sencillo donde primamos el ciclo de vida del producto. Intentamos hacerla lo más sencilla, barata y sostenible posible usando el menor número de materiales y todos ellos no tóxicos e incluso biodegradables”, comenta Sabaté en entrevista.
Los usos de las baterías ecológicas están en desarrollo, por ejemplo, sirven para un solo uso en pruebas de embarazo. Sin embargo, ahora con la fundación Bill y Melinda Gates se encuentra un proyecto para desarrollar una tecnología aplicada a pruebas moleculares de un solo uso. El objetivo es aplicarlas a sistemas portátiles de diagnóstico para detectar mejor y más rápido enfermedades infecciosas como malaria, tuberculosis y sida en África.
Fuelium trabaja en más aplicaciones para las baterías de papel
Para la detección del Covid se propone que en vez de hacer la PCR en el hospital la batería podría calentar de manera fácil un test portátil que lleve el reactivo. Es muy sencillo, rápido (menos de 30 minutos) y muy barato. Pero, por la pandemia no se ha podido implementar.
Ahora se encuentran trabajando en un glucómetro que usa la energía en una gota de sangre para medir el nivel de glucosa. Podría ser útil para diagnosticar la diabetes en países en vías de desarrollo.
También un parche de un solo uso para diagnosticar fibrosis quística en bebés mediante el sudor. Otro uso es en la creación de nuevos productos para ayudar a la penetración de cosméticos en la piel. Y en la monitorización remota de proyectos medioambientales: baterías biodegradables que pueden durar hasta un mes, se dejan en el suelo de un campo o un bosque y desaparecen.
Una buena noticia para reducir el impacto ambiental provocado por las baterías de litio.