Así de malo es tu hábito de Netflix para el medio ambiente.
Las plataformas de streaming finalmente tienen una herramienta para evaluar el tamaño de su huella de carbón. Ahora deben actuar y ser ecológicos.
¿Qué es peor para el planeta? ¿Ir en coche al super para la compra semanal o pasar todo el día en llamadas de Zoom mientras ves The Office? Tenemos la respuesta.
Por primera vez, Netflix ha revelado detalles específicos sobre su huella de carbón. Utilizando una herramienta llamada DIMPACT, desarrollada por investigadores de la Universidad de Bristol, Netflix afirma que una hora de transmisión en su plataforma en 2020 usó menos de 100gCO2e (cien gramos de dióxido de carbono equivalente), eso es menos que manejar un coche promedio cuatrocientos metros. Para las personas que ven todo el día Netflix, es un contexto útil, pero para el gigante de streaming, esta proporcionando datos cruciales para ayudar a reducir su enorme huella de carbón.
"La BBC, Netflix o cualquier otro proveedor no pueden simplemente conectar un medidor de potencia a la infraestructura y [averiguar] cuánto carbón se liberó a la atmósfera", dice Daniel Schien, uno de los creadores y conferencista de DIMPACT. en ciencias de la computación en la Universidad de Bristol. Y aquí es donde entra DIMPACT.
La herramienta, que está parcialmente financiada por la industria, es esencialmente una calculadora construida para ayudar a empresas de medios digitales a trazar sus huellas de carbón. Hay cuatro módulos, cada uno de los cuales representa diferentes sectores: transmisión de video, publicidad, publicación e inteligencia comercial. En el caso de Netflix, explica Schien, el módulo de transmisión de video consiste en un superconjunto de todos los procesos que Netflix encontraría en su organización: una simulación de nuestro programa favorito que nos llega desde un centro de datos, por ejemplo.
El beneficio aquí es que DIMPACT puede brindar información detallada sobre las emisiones de Alcance 3 de una empresa, es decir, la contaminación causada por proveedores y clientes.
Reducir las emisiones es esencial para que Netflix reduzca su huella de carbón. En este sentido, Netflix se ha quedado atrás de su competencia. En enero de 2020, Microsoft prometió reducir las emisiones de carbono para 2030; más tarde ese año, Apple anunció sus propios planes para convertirse en carbono neutral para la misma fecha. Facebook también se ha comprometido con las emisiones netas cero de todos los proveedores y usuarios y Google se ha comprometido a funcionar exclusivamente con energía renovable. Por el contrario, como señaló el New York Times el mes pasado, Netflix no ha anunciado objetivos para reducir las emisiones, a pesar de decir que quiere reducir su impacto en el clima.
Estas nuevas cifras son un intento de rectificar esta situación. Netflix espera que Carbon Trust publique un libro blanco a fines de marzo para confirmar sus hallazgos, y dice que revelará sus objetivos climáticos esta primavera. Por ahora, ha utilizado DIMPACT para calcular que una hora de transmisión es equivalente a un ventilador de techo típico de 75 W funcionando durante cuatro horas en Norteamérica o seis horas en Europa. "Mi primera impresión acerca de esa afirmación es que parece razonable", dice Bernardi Pranggono, profesor de ingeniería de redes informáticas en la Universidad de Sheffield Hallam.
Entonces, ¿qué podría hacer la gente en lugar de sentarse en casa viendo The Office en Netflix? Si salieran a caminar, esto sería más ecológico. Pero si manejan 30 minutos para ir al cine, no sería así.
La herramienta permite a Netflix identificar puntos críticos de emisiones para que pueda rediseñar sus servicios para hacerlos más ecológicos. Los programas de televisión transmitidos en el Reino Unido podrían estar alojados en centros de datos en el Reino Unido, por ejemplo. O los dispositivos podrían apagarse más rápidamente si nadie está mirando lo que se transmite. Netflix también podrá hablar con otras empresas de su cadena de suministro, como Amazon Web Services, que utiliza para el alojamiento, para ayudar a reducir las emisiones.
"Creo que lo emocionante ahora es que las organizaciones quieren utilizar DIMPACT para ecologizar sus servicios", dice Schien. "Entonces, lo que le da es una clasificación de en qué parte del sistema se encuentran los puntos críticos. Y lo natural, con vistas a esos objetivos basados en la ciencia, es pensar en cómo puede reducir la huella de esos servicios".