Banco Mundial ajustó pronósticos para Latam en 2024, conoce los desafíos y oportunidades para México y la región.
El Banco Mundial ajustó su previsión de crecimiento económico para América Latina y el Caribe, pasando del 1,8% al 1,9% en 2024. Aunque este ligero incremento es una señal alentadora, persisten desafíos estructurales en la región, como la baja inversión y el desaprovechamiento de oportunidades clave, como el nearshoring. A continuación, analizamos las perspectivas de crecimiento de los principales países y las oportunidades que se presentan para fomentar un crecimiento más robusto y sostenido.
- Crecimiento en Latam: Mejores Perspectivas, Pero Desafíos Persistentes
El reciente ajuste del Banco Mundial para el crecimiento de América Latina refleja una leve mejora en las expectativas para 2024. Sin embargo, sigue siendo la región con las tasas de crecimiento más bajas a nivel global. Los altos costos de capital, la falta de infraestructura y educación de calidad, así como la inestabilidad social, siguen limitando el potencial de la región como destino para inversiones clave como el nearshoring. México, por ejemplo, con un crecimiento proyectado de solo el 1,7% para 2024, enfrenta importantes retos para capitalizar plenamente las oportunidades que este fenómeno presenta.
- Oportunidades de Nearshoring: México en el Centro del Escenario
El nearshoring ha sido una de las tendencias más comentadas en los últimos años, y México, con su cercanía a Estados Unidos y su competitividad en términos de costos laborales, tiene una posición privilegiada. Sin embargo, el Banco Mundial señala que, a pesar de esta ventaja, las deficiencias en infraestructura y el costo del capital impiden que el país explote completamente su potencial en esta área. Inversiones estratégicas en tecnología, educación y logística podrían posicionar a México como un líder en la cadena global de suministro, atrayendo mayores flujos de inversión extranjera directa (IED).
- Retos en Inversión y Desigualdad: Aún Mucho por Hacer
A pesar de las mejoras económicas, el Banco Mundial advierte sobre los bajos niveles de inversión pública y privada en la región. En comparación con otras áreas del mundo, la inversión extranjera directa en América Latina ha retrocedido en los últimos años, y las nuevas inversiones se dirigen a otras regiones más atractivas. Además, el organismo destaca la persistente desigualdad, con un coeficiente de Gini de 49,9%, lo que refleja la concentración de la riqueza en pocos sectores y el lento avance en la lucha contra la pobreza.
Para que México y la región aprovechen el entorno macroeconómico favorable, es crucial que gobiernos y empresas fortalezcan su capacidad de atraer inversión. Mejorar la infraestructura, modernizar los sistemas educativos y promover la innovación serán clave para desbloquear el potencial de crecimiento. Con las políticas adecuadas, el nearshoring podría transformar a México en un pilar del comercio internacional y generar crecimiento a largo plazo en la región.
