Uber podría estar en riesgo con su modelo de negocios al sufrir un revés judicial en el Reino Unido.
Uber la mayor plataforma de viajes compartidos del mundo, podría estar en riesgo con su modelo de negocios. La Corte Suprema del Reino Unido propinó este viernes 19 de febrero un duro revés judicial. El máximo tribunal británico consideró de forma unánime que los conductores de Uber son trabajadores de la compañía y no contratistas independientes, como sostenía la firma.
El veredicto ratificó el fallo de un tribunal laboral, que en 2016 consideró que un grupo de conductores eran empleados de Uber. Por lo que la compañía debía garantizarles acceso a derechos laborales, como salario mínimo, pago por vacaciones y descansos.
Uber ha insistido en que sus conductores son contratistas independientes autónomos y asegura que los propios conductores prefieren este modelo de trabajos esporádicos –también llamado gig economy–, porque les brinda mayor flexibilidad.
La empresa deberá volver al tribunal laboral para determinar la compensación para el grupo de conductores. Aunque solo se refiere a los conductores involucrados en el caso de 2016, en teoría es aplicable a otros conductores que utilizan la aplicación.
Uber podría estar en riesgo con su modelo de negocios
El fallo de la Corte Suprema británica podría poner en riesgo el modelo de negocio de Uber al menos en el Reino Unido, pero también podría estimular a conductores de otros países a buscar mejores condiciones laborales.
El caso también puede sentar un precedente para otros trabajadores y empresas en la economía de los gig en general, que ha prosperado durante la pandemia debido a un fuerte aumento en la demanda de entregas de alimentos y otros servicios.
La decisión de la corte del Reino Unido se produce pocos meses después de que los californianos votaran para eximir a Uber y otras empresas de economía gig de las leyes estatales que les exigen clasificar a sus conductores como empleados en lugar de contratistas independientes.
Ser clasificados como empleados habría dado derecho a los trabajadores a un salario mínimo y beneficios como licencia por enfermedad y seguro de desempleo. Uber y otros gigantes de la economía gig como DoorDash e Instacart gastaron más de $ 200 millones para abogar públicamente por la exención.
Antes de que se dictara el fallo del Reino Unido, Uber dijo que estaba comprometido a hacerlo mejor para sus conductores independientemente del resultado.